Este próximo viernes, 8 de marzo, es el Día de la Mujer. Una celebración que nació hace ya más de un siglo, con su germen en las huelgas de trabajadoras del sector textil en Estados Unidos, y que ha vivido diferentes etapas en los últimos años. Desde celebraciones casi anecdóticas a la gran huelga feminista que se celebró el año pasado (y que tendrá su continuación en este 2019). Y hoy hemos preguntado a las mujeres Animosa: por qué es necesario celebrar el Día de la Mujer.
¿Hace falta un Día de la Mujer?
Todavía hay algunas voces que cuestionan por qué es necesario celebrar el Día de la Mujer. Que se preguntan eso tan manido de «¿cuándo es el Día del Hombre?» sin entender que ese día, el del hombre, son todos los días en que no sufren una brecha salarial cercana al 30%, todos los días en que no salen a la calle con miedo, todos los días en que no son los receptores de mil formas diferentes de violencias machistas… En resumen, todos los días. Que nos dejen el 8 de marzo para nosotras, please, que nos queda mucho que reivindicar. Demasiado.
Micromachismos que no son «micro» en absoluto
Hoy, como celebración anticipada del 8 de marzo, hemos querido dar voz a nuestras mujeres. A las mujeres Animosa. A las que nos queremos #libresvivasyplenas, el título de la campaña que lanzamos hace algunos meses para denunciar los micromachismos que todas hemos sufrido y seguimos sufriendo. Micromachismos que son de todo menos «micro». Dejemos que ellas (nosotras) os contemos cuáles:
Patricia Pardo, periodista
«44 mujeres asesinadas en lo que va de año. 139 víctimas por cada policía. 55.823 órdenes de protección para 400 agentes. Yo solo puedo expresaros la rabia, la frustración y la impotencia que siento a veces cuando tenemos que informar sobre estos temas. Nada comparable con el miedo que sufren ellas.
Hace unos días se ha puesto en marcha la nueva campaña de Interior: “No mires a otro lado”. Esta vez no les piden a ellas que sean valientes y denuncien, ni a ellos que piensen en las consecuencias. Nos piden a TODOS que no toleremos la violencia machista. Es nuestra obligación como sociedad. NO PODEMOS JUSTIFICAR el maltrato JAMÁS, ni aunque fuese nuestro propio hijo quien lo cometiese. Estaríamos amparando el sufrimiento, el miedo y la injusticia».
Lucía Etxebarria, escritora
«Hace unos 2 años me rechazaron el libro porque me negué a cambiar ciertas cosas. Lo autoedité con mucho esfuerzo y va por la cuarta edición, sin campaña de publicidad, solo con el boca a oreja. En este año los medios han hablado de todo sobre mí. Que si he llamado Vulgaria a Asturias (nunca lo hice), que si tenía la cocina sucia, que si había confundido a un toro con una vaca (cuando amplié la foto y enseñé los atributos de la presunta vaca no se molestaron en rectificar). Pero nadie ha hablado del libro.
El libro se llama Por qué el amor nos duele tanto. Es una novela. Trata temas tan animados como el maltrato, el acoso, el abuso sexual, la resiliencia y el empoderamiento. Cómo el abuso y el maltrato no es una cuestión individual entre dos personas, sino un tema de una sociedad hipócrita que oficialmente lo condena, pero en realidad lo apoya y lo legitima. No es un libro romántico ni tiene un final feliz al uso, pero sí que es muy útil para alguien que haya pasado o esté pasando una situación similar y no sepa por dónde tirar. Sí que ofrece soluciones y salidas».
Lucía Álvarez, actriz
«Que te esfuerces, estudies, te prepares para realizar una tarea y, cuando sale a la luz, la conclusión sea si has salido o no has salido guapa y no una reflexión sobre lo que planteas».
Noelia Otero, periodista
««Qué guapa has salido en la tele» más que lo bien que lo hayas contado o el contenido y esfuerzo de nuestro trabajo».
Jazmín Abuín, actriz
«Porque tenemos que escuchar cada día: «Yo no soy feminista, pero tampoco machista», cuando el feminismo es el el principio de igualdad de derechos entre el hombre y la mujer y, por tanto, quien no es feminista es machista por definición.
Porque seguimos volviendo a casa con miedo por las noches, porque sigue habiendo víctimas de la violencia de género y sigue habiendo personas que en vez de condenar tajantemente esta violencia alegan que «también hay hombres maltratados». Porque ser mujer nos sigue poniendo en desventaja en ciertos trabajos. Porque hay quien sigue preguntando «¿vas a ir así vestida?», como si hubiera que enseñar a las mujeres a no provocar y no a los hombres a no tomarse un escote como un «pasa sin llamar».
Porque mis amigos me dicen cuando se mudan a ciertos barrios: «Para una chica es distinto. Para mí no es peligroso, pero yo si fuera tú no viviría aquí». Porque muchos piensan que esto es una lucha de las mujeres contra los hombres y no algo por lo que tenemos que luchar las mujeres y los hombres juntos. Porque hay países en los que casan a niñas o les practican la ablación. Porque hay «manadas» impunes.
Porque seguimos viviendo en un mundo en el que todas tenemos un vecino que nos tocaba el culo, o un jefe que ha intentado aprovecharse de su situación, o un desconocido que nos ha dado un susto por la calle, o un novio que se ha intentado pasar de la raya, o un borracho que no supo entender un «no» por respuesta y decidió que si le das conversación y luego no te quieres acostar con él eres una «calientapollas». Porque nos «ayudan» con las tareas domésticas como si fueran nuestras. Porque algunos no entienden que NO es NO siempre. Porque sigue sin haber igualdad de derechos entre hombres y mujeres y, por lo tanto, seguimos viviendo en un mundo machista».
Ana Conca, actriz
«Ni piropos ni me silbes por la calle, no me interesa para nada».
Alba Gusano, artista
«La sexualidad que tenemos es una construcción social, configurada en torno a un modelo heterosexual y patriarcal, donde el placer de las mujeres desaparece. Desde la infancia se impone un único modelo de sexualidad: falocéntrico y estereotipado, donde el sujeto del discurso es el hombre y olvidando por completo a la mujer».
Ana Fernández, actriz
«Pues no, no tengo pensado tener hijos :)».
Cristina M.R., emprendedora
«Hace poco tiempo me sorprendí a mí misma contando algo que me había atormentado desde la adolescencia. Sí: fui anulada, vejada, humillada, coaccionada, maltratada, forzada y violada por un ¿hombre? del que estaba totalmente enamorada.
No, calladita no estoy más guapa.
No, no fue culpa mía aunque me convenciera de ello continuamente.
No, no lo hizo porque me quería.
No, mi forma de vestir no tuvo nada que ver.
Y no. No denuncié. Y me pesará en la conciencia toda mi vida. Porque ese espécimen está ahí fuera, cerca de mujeres».
Isla de libros, booktuber
«A lo largo de nuestras vidas, incluso antes de nacer, las mujeres tenemos que lidiar con diferentes situaciones y micromachismos día a día. Ahora mismo no se me ocurre uno solo que viva o haya tenido que aguantar, sino muchos. Estoy segura de que más de una (por no decir todas) se sienten identificadas con:
- No vuelvas sola de noche.
- ¡Va a ser niña!, así que el body que le regale será rosa.
- ¿Esa ropa no es de niño?
- ¿Hijos piensas tener, no?
- ¿Cuándo se casan?
- ¿Te ayuda en casa? El mío, nada.
- Las mujeres en la cocina.
- Hola guapa… (cuando vas paseando por la calle).
- Entrevista de trabajo: ¿tienes pensado tener hijos?
- Se ha liado con varios tíos, menuda…
- ¿Una niña en el equipo de fútbol?
- Mujer al volante…
- ¿Cómo va a dirigir la empresa una mujer?
- ¡Qué borde! ¿Estás con la regla?
Y así, una infinidad
Abril Camino, escritora
«Como escritora de novela romántica (y antes como editora en una revista de moda), tengo que pelear a diario contra todos esos prejuicios que señalan la ficción y el entretenimiento «para mujeres» como una opción «de segunda». Este es el micromachismo con el que he decidido acompañar mi foto con la camiseta de la campaña, pero, por desgracia, hay muchos más. Me daría para uno por día del año, como supongo que a todas nosotras».
Un granito de arena para cambiar las cosas
Todas las mujeres que hemos hablado aquí del ¿micro?machismo que más nos afecta hemos querido fotografiarnos con la camiseta de la campaña #libresvivasyplenas de Animosa. Y hoy desde Animosa queremos recordaros una noticia que nos hace especial ilusión: por tiempo limitado, y hasta fin de existencias, las camisetas de la campaña estarán a la venta por una buena causa.
Las camisetas están disponibles en tres tallas, su precio es de 19,90 euros y… lo que más ilusión nos hace anunciaros: todo lo recaudado con la venta de nuestras camisetas se destinará a #MAF | Mujeres Alegres Festival, un espacio creado por un grupo de mujeres con muchas ganas de aprender, transformar y actuar. Un encuentro para reflexionar, debatir y dar visibilidad y voz al feminismo, y que culminará en un festival cultural y artístico este 2019. ¿Se os ocurre una excusa mejor para salir a la calle el 8 de marzo empoderadas con una camiseta llena de espíritu feminista y solidario?