Comprar en pequeño comercio es reinvertir en ti

Llevamos unos días escuchando a amigas y conocidas decir que este año, en lugar de escribir una carta larga a las Reinas Magas, van a comprar en pequeño comercio: van a darse un capricho de una una marca pequeña/una artesana local en una tienda de barrio. ¿Vosotras también? Ha hecho falta una pandemia para enseñarnos cómo es una ciudad con el tejido comercial parado y que otra forma de consumo es posible. Evidentemente no hemos descubierto la existencia del pequeño comercio a raíz del estado de alarma, pero hemos podido comprobar que son las que han estado al pie del cañón, las que nos han resuelto muchas necesidades y las que merecen y necesitan todo nuestro apoyo. Por si queda aún algo que decir sobre el tema, aquí va nuestra reflexión.

Por cierto, hemos ilustrado estas palabras con imágenes de mujeres felices sin mascarillas ni distancia social, al fin y al cabo este post va de pensar que un mundo mejor es posible.

Tú eres esencial para el pequeño comercio

La globalización ha provocado que la riqueza se concentre en grandes marcas y multinacionales que han trasladado su producción a la otra punta del mundo. Así se ahorran costes, sortean los derechos sociales de sus trabajadoras y, en consecuencia, provocan pérdidas de puestos de trabajo en los países de origen y se resiente la salud del planeta. Nada que tú no sepas.

Pero allá va algo que todavía no terminamos de entender: esto es una rueda donde tú, como consumidora, eres una pieza fundamental. Nuestras acciones, hábitos y decisiones diarias tienen mucho poder, y para cambiar el mundo hay que empezar por cambiar el nuestro.

Pequeño comercio

Mira a tu alrededor. Librerías, restaurantes, artesanas, fotógrafas, peluqueras, esteticistas… crean una ciudad viva, amable, multifuncional, comercialmente justa, socialmente equitativa, culturalmente diversa y generadora de empleo.

Comprar en pequeño comercio es apostar por las Tiendas con Alma

Lo vemos cuando vamos a presentar nuestras colecciones, vemos la ilusión en sus ojos. Vemos el compromiso y el esfuerzo. La mayoría de esas emprendedoras arriesgó mucho para vivir de su sueño y con cada compra que haces, estás premiando ese esfuerzo. Una pequeña tienda solo venderá productos en los que cree y que ella misma compraría, y eso fortalece nuestros lazos como marca. Creen en nosotras, apuestan por nosotras y sabemos que venderán nuestros productos con el mismo cariño con el que los hemos diseñado.

Eso a ti, como consumidora, te da la confianza de encontrar detrás del mostrador a una especialista que te aconseja sin prisas, cuyo conocimiento y atención aportan un valor añadido al simple acto de comprar. Te conoce, te aconseja y te ofrecerá lo mejor porque quiere volver a verte.

Compremos en pequeño comercio

Porque al final, volvemos donde los tomates saben a tomates, donde el menú del día no se compone de comida recalentada o donde a la última sudadera que compramos no le salieron pelotillas en el primer lavado.

Cambiar el chip

¿No te ha pasado el acudir a una gran superficie y volver a casa con productos que no necesitabas? Cuando se hace la compra allí siempre se cogen artículos de más, gracias a su maravilloso marketing resultan tan sugerentes que terminan en el carrito. Dicen los estudios que más de un tercio de los alimentos adquiridos en las grandes superficies no se consume y va a parar directamente a la basura, tela.

Salvemos el pequeño comercio

A los comercios más pequeños solemos acudir a hacer compras más reducidas y de productos que realmente necesitamos. Quizás no tengan los precios más bajos. Quizás no puedan tenerlos. Pero parte del consumo responsable es comprar menos pero mejor, productos de calidad que hayan sido producidos respetando las condiciones laborales.

Comprar en pequeño comercio, ahora más que nunca

La Confederación Española de Comercio calcula que el 25% del comercio local desaparecerá antes de que termine 2020. Las ayudas y subvenciones que podrán lograr el empuje para que vuelvan a funcionar son una parte importante de la maquinaria, pero sin tu presencia en este mecanismo poco podrán hacer.

La Navidad está ahí a la vuelta, la fecha clave para regalar y regalarnos. Este año hagámoslo con cabeza. Estamos seguras de que tienes pequeñas marcas favoritas (al menos sabemos una, je) y tiendas locales favoritas, ¡comparte, difunde, recomienda! No pierdas esa oportunidad única de colaborar. La web, dbarrio, por ejemplo, te ayuda a comprar online y a domicilio en las mejores tiendas y restaurantes locales.

Como consumidoras tenemos la libertad y la responsabilidad de elegir cómo y dónde consumimos. Y al hacerlo, estamos decidiendo qué mundo queremos construir y en qué tipo de sociedad queremos vivir. Con cada compra que hacemos, nos definimos y nos posicionamos. Iniciativas como #yoregalotalentolocal ayudan a dar visibilidad al colectivo de pequeñas marcas y creadores que apuestan por la producción local, a pequeña escala y sostenible.

Os dejamos el vídeo que grabamos en remoto junto a nuestros puntos de venta oficiales allá por mayo, y con el que se nos siguen saltando las lágrimas cada vez lo vemos. Podremos con esto, amigas.

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