Megan Jayne Crabbe: entrevistamos a la mujer que quiere enseñarnos a amar nuestros cuerpos

En los últimos años, el movimiento body-positive ha revolucionado la manera en que muchas mujeres se relacionan con sus propios cuerpos. En las redes sociales proliferan las influencers que no usan filtros, no retocan sus imágenes y muestran sus cuerpos tal cual son sin importar su talla, pero, sobre todo, que quieren extender la idea de que no hay un solo estándar de belleza en el que todas debamos encajar. Una de las más conocidas del mundo es Megan Jayne Crabbe, conocida en las redes como @bodyposipanda, con más de 1,2 millones de seguidores en Instagram.

Megan Jayne Crabbe es bodyposipanda en redes sociales

Megan Jayne Crabbe publicó hace dos años un libro que recoge los puntos esenciales de su pensamiento y ahora, tras convertirse en un best-seller internacional, llega a España con el título El poder del body positive. En él, cuenta su propia experiencia personal, cómo llegó a abrazar el amor por su propio cuerpo después de años de trastornos alimenticios y auto-odio. Explica sin pelos en la lengua los trucos de la industria de las dietas para enredarnos en una espiral de efectos rebote. Y también da unos cuantos (buenos) consejos para que todas aprendamos a querernos en nuestros propios cuerpos. En Animosa hemos tenido la suerte de leer su libro y poder entrevistarla.

Entrevista con Megan Jayne Crabbe

Animosa: Hola, Megan, encantadas de hablar contigo. La primera pregunta que nos gustaría hacerte es sobre empoderamiento. ¿Cómo crees que puede el movimiento body-positive ayudarnos a las mujeres a empoderarnos?

Megan Jayne Crabbe: Creo que es imposible sentirse empoderada en el mundo cuando ni siquiera te sientes empoderada en tu propio cuerpo. Aceptar nuestro cuerpo va de muchas más cosas que de sentir que te gusta tu propio reflejo; va de reclamar tu derecho a una vida que se construye sobre algo más que tu aspecto. Nuestra obsesión cultural por el cuerpo nos ocupa demasiado tiempo, dinero y energía. Alejarnos de esa obsesión nos da a las mujeres la libertad de utilizar esos recursos en cosas que significan mucho más de lo que el peso jamás lo hará.

A: Una de las cosas más interesantes que descubrimos leyendo tu libro es el comportamiento de la industria de las dietas, la manera en que nos hacen sentir mal con nosotras mismas para vendernos sus productos. ¿Crees que esto es especialmente significativo con nosotras, las mujeres? De hecho, ¿crees que la industria que rodea la pérdida de peso es sexista?

MJC: La industria de las dietas, definitivamente, tiene raíces sexistas. Cuando los publicistas se dieron cuenta hace cien años de que podrían ganar mucho dinero vendiendo productos para perder peso, fue a las mujeres a quienes dirigieron sus anuncios. Algunas autoras feministas como Naomi Wolf incluso han sugerido que el auge de la industria de las dietas fue una respuesta al avance social, político y económico de las mujeres. Es decir, un intento de mantenernos pequeñas, hambrientas y distraídas para que no luchemos por avanzar más.

Hoy en día, la industria de las dietas se dirige a personas de todos los géneros, pero esas raíces hacen que todavía vaya dirigida de forma primaria a las mujeres y crece en torno a la misógina idea de que el propósito de una mujer en la vida es ser visualmente atractiva, porque el aspecto de nuestros cuerpos es lo más importante que podemos ofrecer.

Body Posi Panda

«Nuestra obsesión cultural por el cuerpo nos ocupa demasiado tiempo, dinero y energía».

Megan Jayne Crabbe

A: ¿Cómo te enfrentas al body-shaming (las personas que humillan a otras por su aspecto físico), tanto online como en la vida real?

MJC: Online, ¡soy una gran fan del botón «bloquear»! En la vida real, el body-shaming es un poco más complicado y depende de las personas de las que provenga. Hablo con mucha gente que tiene que lidiar con familiares que no dejan de comentar su peso, y normalmente les digo que tienen tres opciones.

La primera, explicar educadamente a esa persona que estás trabajando muy duro en construir una relación más sana con tu cuerpo y que ese tipo de comentarios pueden ser dañinos. Y, a continuación, pedirles que por favor dejen de hacerlos.

La segunda opción es ser un poco impertinente. Si alguien te dice que has ganado peso, responder con un «¡Lo sé! ¿A que es genial?». O si te dicen que no deberías comer tanto, diles que, si no dejan de hacer esos comentarios… te los comerás a ellos.

La tercera opción es… largarte. Tienes todo el derecho a huir de conversaciones y situaciones que son malas para tu bienestar mental. Date permiso siempre para protegerte, por encima de todo, incluso de la cortesía.

A: Tú te enfrentaste a un trastorno alimenticio cuando eras muy joven. ¿Podrías darnos algunos consejos para lidiar con estos desórdenes, tanto como sociedad como, más en concreto, si alguien cercano está sufriéndolos?

MJC: Creo que lo más importante que hay que saber sobre los trastornos alimenticios es que no son una elección. Todavía tenemos ese estereotipo erróneo de que las personas que luchan contra trastornos alimenticios podrían superarlos simplemente comiendo más, comiendo menos o sin hacer nada. Nadie elige tener una enfermedad mental, y la recuperación no es tan simple como olvidarlo. También creemos que los desórdenes alimenticios solo tienen un aspecto, cuando la verdad es que cualquier cuerpo (de cualquier talla, color de piel, género, capacidad, edad o entorno) puede ser vulnerable a desarrollar un trastorno alimenticio. Todas las personas merecen que su lucha se reconozca y recibir el tratamiento profesional adecuado, no solo aquellas que parecen «lo suficientemente enfermas».

«El auge de la industria de las dietas fue una respuesta al avance social, político y económico de las mujeres. Es decir, un intento de mantenernos pequeñas, hambrientas y distraídas para que no luchemos por avanzar más».

Naomi Wolf, autora feminista
El poder del body positive

A: Una de las respuestas más típicas al movimiento body-positive es que hace «apología de la obesidad». ¿Puedes enviar un mensaje a la gente que piensa así?

MJC: La respuesta simple es que el body-positive no tiene nada que ver con quién creas tú que está lo suficientemente sana, o a quién encuentres guapa. Tiene que ver con el respeto. Todos los cuerpos merecen respeto porque son el contenido de los seres humanos, simplemente. Y creer que alguien no merece respeto, o no debería ser feliz o sentirse representado en los medios porque crees que su talla lo convierte en insano, es capacitismo puro. La salud de una persona no es un marcador de su valía. Y esa es solo una de las razones por las que el argumento de la «apología de la obesidad» es ridículo. Ni siquiera he mencionado que la relación entre peso y salud no es tan simple como creemos. Mejor que la gente lea el libro para comprender esa parte (Risas).

Megan Jayne Crabbe es una estrella de Instagram

A: Nuestras lectoras son mujeres interesadas en el empoderamiento, la sororidad, el feminismo… y quizá muchas de ellas estén a dieta, o simplemente sean infelices con sus cuerpos. ¿Te gustaría decirnos cómo podemos cualquiera de nosotras acoger el movimiento body-positive? ¿Alguna pista para empezar?

MJC: Creo que el primer paso es reconocer que mereces una vida en la que lo más importante no sea que tu cuerpo sea más pequeño. Tienes mucho más que ofrecer al mundo que tu apariencia, y nunca deberían haberte convencido de que tu aspecto es lo más importante de ti. Te mereces más. Además, si has estado a dieta durante mucho tiempo y aún no amas tu cuerpo, podrías intentar algo nuevo… ¿Qué tendrías que perder?

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