Mae West: la mujer pionera que escandalizó al mundo y se liberó sola

Ya sabéis lo que nos gusta en Animosa presentaros a mujeres pioneras de la historia. Y sobre la que vamos a hablar hoy hay tanto que decir que nos llena de orgullo haberla hecho protagonista de una de nuestras agendas anuales. Mae West. Su nombre nos suena. Puede que no sepamos decir una película suya, pero aún seguimos escuchando constantemente sus frases más célebres. Fue una pionera, una revolucionaria, provocadora, ingeniosa y subversiva. ¿Es o no una mujer Animosa en toda regla?

Mae West: ¿quién fue?

Mae West nació en 1893 en Nueva York y ya desde su infancia se inició en la actuación. Con el paso de los años, llegaría a ser actriz, guionista, directora, cantante y dramaturga. Un auténtica todoterreno de las artes, cuya seña de identidad fue la provocación.

Su primer gran éxito fue la obra teatral Sex, que acabó con ella en prisión por inmoralidad. A pesar de ello, dio el salto a Hollywood, donde consiguió triunfar aunque su físico era muy diferente al de las grandes divas de la época dorada del cine. Mayor de cuarenta años, bajita, demasiado curvilínea para los cánones y con facciones alejadas del estándar, ella potenció esas diferencias para destacar. Se potenció a sí misma. Sus grandes éxitos vinieron asociados a películas en las que ella misma escribía sus diálogos, lo que la convirtió en una cotizada guionista.

Con la censura de finales de los años treinta, su carrera en el cine se fue apagando. Sus películas no eran lo mismo sin la chispa que Mae aportaba, pero ella continuó trabajando casi hasta su muerte, en 1980. Publicó discos, dirigió producciones teatrales e incluso montó sus propios shows en Las Vegas.

Y con ella llegó el escándalo

Y el escándalo no tuvo tanto que ver con la decencia (que también) como con la sorpresa que supuso para el sistema establecido en la época encontrarse con una mujer fuerte que tomaba sus propias decisiones y a la que nadie lograba amedrentar. Porque sí, fue toda una noticia de portada que una actriz famosa acabara en la cárcel por actitud inmoral (sobre todo teniendo en cuenta que llegó en limusina, vestida como una diva), pero mucho más aterradoras para el establishment fueron otras actitudes de Mae.

Como que salvara la economía de la Paramount con su primera película, que recaudó más de dos millones de dólares gracias a los diálogos que ella misma se empeñó en reescribir. O que escribiera un espectáculo teatral (The Drag) con la homosexualidad como tema central en 1928. Como que eligiera personalmente a sus compañeros de reparto, hasta el punto de que fue ella quien descubrió a Cary Grant cuando el actor no era más que un figurante. O que fuera la persona mejor pagada del mundo del cine (por encima de sus compañeros hombres) en su apogeo.

Un icono del arte, la cultura y el lenguaje

Mae West se convirtió en un icono cultural ya en vida. Dalí la retrató en su obra Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista, de 1934. También Frida Kahlo hizo alusión a ella en su cuadro Allá cuelga mi vestido, de 1933. Se dice que Diego Rivera siempre quiso pintarla. Y los Beatles decidieron incluirla en la portada de su mítico álbum Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band, en 1967.

Pero si hay un terreno en el que Mae West es la reina absoluta es en haber acuñado frases que han trascendido el paso de las décadas y que hoy forman parte de la cultura popular sin que tengamos muy claro de dónde salieron. Pues ahora ya lo sabemos: salieron de ella.

«Las chicas buenas van al cielo, las malas van a todas partes». «Solo se vive una vez, pero, si lo haces bien, es más que suficiente» (la que hemos elegido para la portada de nuestra agenda). «Todo hombre que conozco quiere protegerme… y no consigo imaginar de qué». «Nunca amé a nadie de la manera en que me amo a mí misma». «Generalmente evito la tentación, a menos que no pueda resistirme» (de la que tenemos rebajada esta camiseta tan ideal, por cierto). «Cuando soy buena, soy muy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor». E incluso la siempre ocurrente «¿Llevas una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?». Y así… ¡cientos!

Mae West, pionera

Su lenguaje sexualmente explícito podría ser considerado chabacano y poco feminista hoy, pero fue su sello, el de una mujer autosuficiente que fue una auténtica revolución en su época. Decir en 1938 que un conocido predicador que había criticado sus obras «lo único que ha catado es su mano derecha» era ser una revolucionaria. Y todo lo logró con su ingenio, su empoderamiento y su inteligencia.

Mae West dijo adiós a la mujer pasiva, indolente y siempre bajo mandato masculino. Y dijo hola a una nueva mujer atrevida y sin tapujos a la que nadie se atrevía a dar órdenes. Gestionó su propia sensualidad, mientras que en el cine de su época eran los grandes estudios quienes manejaban el atractivo de las actrices a su antojo. Cogió el instrumento y lo utilizó en su propio beneficio. Y eso es una buena forma de dinamitar las estructuras heteropatriarcales.

Mae West fue una mujer pionera, de las que nos gustan en Animosa. Hizo feminismo de su feminidad, porque ella ya sabía hace casi un siglo que esos dos términos no son incompatibles. Y como ella dijo sobre su propia autobiografía: «Habla sobre una mujer que perdió la decencia… y nunca la echó de menos». Nos declaramos muy fans.